Frédéric Chopin

Nocturnos de Chopin, partituras

Nocturne N°20 opus posthume

Frédéric Chopin usó una estricta forma de rubato en algunas de sus obras: la mano izquierda siempre tocaba en el tiempo exacto de la pieza, mientras la mano derecha (la que llevaba la melodía) tocaba con libertad, o sea, con rubato. Franz Schubert y Alexander Scriabin también usaban el rubato para dar emoción a sus obras. Mientras Schubert estaba tocando en el Burgtheater en 1825, fue aplaudido por Salieri quien lo felicitó por el buen uso del rubato

arpegio en Do Mayor

Beethoven (Sonata para piano n.º 14 en Do sostenido menor, Opus 27 n.º 2 - I. Adagio sostenuto)


"Puesto que estoy solo:
una mujer amada
o un desdichado
compañero de viaje.

Puesto que soy poeta:
un arco de palabras
que no puedo tensar
sin un sentimiento
de dicha y de horror.

Puesto que soy prisionero:
una súbita mirada
hacia la libertad.

Puesto que estoy amenazado
por la muerte:
un animal vivo aún caliente,
un corazón que palpita
sarcásticamente.

Puesto que estoy amenazado
por el mar: un arrecife de duro granito."




-Stig Dagerman-

Círculo de Quintas

Cada paso en la dirección dominante es un intervalo de quinta, y significa que cada vez hay que añadir una nota sostenida a la nueva escala mayor. Los tonos bemoles se forman moviéndose en dirección contraria a las agujas del reloj. Cada paso en la dirección subdominante es un intervalo de cuarta y significa la adición de un bemol a la nueva escala mayor.

En teoría es posible continuar indefinidamente en cualquier dirección. El tono de DO se podría representar como SI# (con 12 sostenidos) o como REbb con 12 bemoles.
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sábado, 22 de febrero de 2014

Gustav Mahler, Lied





Gustav Mahler 

Lied






















Das Klagende Lied (La Canción del Lamento), Gustav Mahler









Gustav Mahler
LA CANCIÓN DEL LAMENTO
(Das Klagende Lied)
Música y Texto de Gustav Mahler (1860 - 1911)









Das klagende Lied (literalmente, «La canción del lamento») es una cantata de Gustav Mahler, compuesta entre 1878 y 1880, aunque frecuentemente corregida durante las siguientes dos décadas. En su forma original, Das klagende Lied es una de las primeras de sus obras que han sobrevivido hasta nuestro tiempo (el movimiento del Cuarteto para Piano en La menor se cree que es de 1876).


 Cuento del bosque

Érase una reina orgullosa
adorable sin medida;
ningún caballero era de su agrado,
ella quería odiar a todos.
¡Oh dolor! ¡Dime, deliciosa mujer!
¿Para quién florece tu dulce cuerpo?

En el bosque había una flor roja,
ah, tan bella como la reina;
el caballero que encontrara la flor,
¡ganaría la mujer!
¡Oh dolor! ¡Dime, orgullosa reina!
¿Cuándo se quebrará tu altanería?

Dos hermanos marchan al bosque,
quieren buscar la flor;
el uno es amable, de dulce carácter,
¡el otro sólo sabía blasfemar!
¡Oh caballero, mal caballero,
deja ya de blasfemar!

Tras marchar así un trecho,
ambos se separaron;
¡prestos buscaron
en los bosque y los campos!
¡Oh caballeros, en rápida carrera!
¿quién encontrará la flor?

El joven recorre bosques y campos,
no ha de andar demasiado;
pronto ve a lo lejos, en el prado,
dónde está la roja flor.
La coloca en el sombrero
y se echa a descansar.

El otro marcha a las salvajes pendientes,
en vano registra los campos,
y cuando desciende la noche,
¡llega al verde prado!
¡Oh dolor! A quién encontrara durmiendo,
¡la flor en el sombrero, en la verde cinta!

Decidme, delicioso ruiseñor,
y petirrojo tras la cerca,
¿queréis con vuestro dulce trino
despertar al pobre caballero?
Tú, roja flor tras el sombrero,
¡brillas y fulguras como sangre!

Un ojo mira con feliz alegría,
su brillo no ha mentido;
una espada de acero fulgura a su lado,
una espada que acaba de sacar.
El viejo ríe bajo el sauce,
el joven sonríe como en sueños.

Flores, ¿cómo tan cargadas de rocío?
¡Me parece que son lágrimas!
¿Vientos, qué gemís tan tristemente,
qué quieren vuestros murmullos e ilusiones?
"En el bosque, en el verde campo,
allí hay un viejo prado."


El Músico

Junto al sauce, en la fría floresta,
donde aletean grajos y cuervos,
yace un rubio caballero,
sepultado bajo hojas y flores.
¡Allí, donde el aire es suave y perfumado,
como si un llanto atravesara el viento!
¡Oh dolor, dolor!

Un músico atravesaba aquel camino
cuando vio brillar un huesecillo,
lo recogió, como si fuera una caña,
quiso tallarse con él una flauta.
¡Oh músico, querido músico mío,
será un extraño son!
¡Oh dolor, ay! ¡Oh dolor!

El músico dispone la flauta,
y con fuerza la hace sonar:
¡Oh maravilla, lo que entonces comenzó!
¡Qué raro y triste cantar!
¡Tan triste suena, pero tan bello!
¡Quien lo oyera, quisiera morir de dolor!
¡Oh dolor, dolor!

"¡Ay músico, querido músico mío!
Mi dolor expreso ante ti:
por una florecilla de bellos colores
¡me dio muerte mi hermano!
¡En el bosque palidece mi joven cuerpo!
¡Oh dolor!
¡Mi hermano pretende a una dulce mujer!
¡Oh dolor, dolor! ¡Ay!"

El músico marcha a lo lejos
y en todas partes lo hace sonar.
¡"Ay, ay, queridas gentes!
¿Qué significa para vosotros mi cantar?

¡Al salón del rey he de subir!
¡Ante la encantadora esposa del rey!
¡Oh dolor, ay! ¡Oh dolor!


Pieza Nupcial

Desde altas rocas refulge el castillo.
Los clarines resuenan
y las trompetas resuenan.
Allí se sienta el séquito del gran caballero,
las mujeres con cadenas de oro.
¿Qué significan los sones
jubilosos, joviales?
¿Qué brilla y relumbra en el salón real?
¡Alegría, hurra! ¡Alegría!

¿Y no sabes por qué esta alegría?
¡Pues yo te lo diré!
¡La reina se casa hoy!
¡Con el joven caballero!
¡Mira! ¡La orgullosa reina!
¡Hoy se quiebra, sí, su altanería!
¡Alegría, hurra! ¡Alegría!

¿Por qué está el rey tan pálido y callado?
¡No oye los sones de júbilo!
¡No ve a los huéspedes, orgullosos y ricos,
no ve la encantadora belleza de la reina!
¿Por qué está el rey tan pálido y callado?
¿Qué da vueltas en su cabeza?
Un músico aparece por la puerta,
¿qué pasará con el músico?
¡Oh dolor, dolor! ¡Ay!

"¡Ay músico, ay músico mío!
¡Mi dolor expreso ante ti!
¡Por una florecilla de bello color
me dio muerte mi hermano!
¡En el bosque palidece mi joven cuerpo,
mi hermano pretende a una dulce mujer!"
¡Oh dolor, ay, oh dolor!

¡De un salto se levanta el rey de su trono!
¡Y mira al cortejo nupcial!
¡En burla criminal toma la flauta
y él mismo se la lleva a los labios!
¡Oh horror, qué sonó entonces!
¡Escuchad la leyenda, con terror mortal!

"¡Ay hermano, ay hermano mío!
¡Tú me diste muerte!
¡Y ahora soplas en mi hueso!
¡De eso tendré que dolerme siempre!

¿Por qué mi joven vida,
entregaste a la muerte?"
¡Oh dolor, ay, oh dolor!

¡La reina yace en el suelo!
Las trompetas y los clarines enmudecen.
Con horror, caballeros y damas huyen.
¡Los viejos muros se hunden!
Las luces se apagan en la sala real.
¿Qué ha ocurrido con el banquete nupcial?
¡Ay dolor!



*   *   *   *   *   *   *   *   *   *   *   *


 Waldmärchen                                                                    

Es war eine stolze Königin
Gar lieblich ohne Massen;
Kein Ritter stand nach ihrem Sinn,
Sie wollt' sie alle hassen.
O weh! Du wonnigliches Weib!
Wem blühet wohl dein süßer Leib?

Im Wald eine rote Blume stand,
Ach, so schön wie die Königinnen;
Welch Rittersmann die Blume fand,
Der konnt' die Frau gewinnen!
O weh! Du stolze Königin!
Wann bricht er wohl, dein stolzer Sinn?

Zwei Brüder zogen zum Walde hin,
Sie wollten die Blume suchen;
Der Eine hold, von milden Sinn,
Der And're konnt' nur fluchen!
O Ritter, schlimmer Ritter mein,
O ließest du das Fluchen sein!

Als sie so zogen eine Weil',
Da kamen sie zu scheiden;
Das war ein Suchen nun in Eil'
Im Wald und auf der Heiden!
Ihr Ritter mein, im schnellen Lauf,
Wer findet wohl die Blume?

Der Junge zieht durch Wald und Heid',
Er braucht nicht lang zu geh'n;
Bald sieht er von ferne bei der Weid'
Die rote Blume steh'n.
Die hat er auf den Hut gesteckt,
Und dann zur Ruhe sich hingestreckt.

Der And're zieht im wilden Hang,
Umsonst durchsucht er die Heide,
Und als der Abend hernieder sank,
Da kommt er zur grünen Weide!
O weh! Wen er dort schlafend fand,
Die Blume am Hut, am grünen Band!

Du wonnigliche Nachtigall,
Und Rotkehlchen hinter den Hecken,
Wollt ihr mit eurem süßem Schall
Den armen Ritter erwecken?
Du rote Blume hinter'm Hut,
Du blinkst und glänzest ja wie Blut!

Ein Auge blickt in wilder Freud'
Dess'm Schein hat nicht gelogen;
Ein Schwert von Stahl glänzt ihm zur Seit',
Das hat er nun gezogen.
Der Alte lacht unter'm Weidenbaum,
Der Junge lächelt wie im Traum.

Ihr Blumen, was seid ihr vom Tau so schwer?
Mir scheint, das sind gar Tränen!
Ihr Winde, was weht ihr so traurig daher,
Was will euer Raunen und Wähnen?
"Im Wald, auf der grünen Heide,
Da steht einen alte Weide."


Der Spielmann

Beim Weidenbaum, im kühlen Tann,
Da flattern die Dohlen und Raben,
Da liegt ein blonder Rittersmann
Unter Blättern und Blüten begraben.
Dort ist's so lind und voll von Durft,
Als ging ein Weinen durch die Luft!
O Leide, Leide!

Ein Spielmann zog einst des Weges daher,
Da sah er ein Knöchlein blitzen,
Er hob es auf, als wär's ein Rohr,
Wollt' sich ein Flöte d'raus schnitzen.
O Spielmann, lieber Spielmann mein,
Das wird ein seltsam Spielen sein!
O Leide, weh'! O Leide!

Der Spielmann setzt die Flöte an,
Und läßt sie laut erklingen:
O Wunder, was nun da begann!
Welch' seltsam traurig Singen!
Es klingt so traurig und doch so schön!
Wer's hört, der möcht' vor Leid vergeh'n!
O Leide, Leide!

"Ach Spielmann, lieber Spielmann mein!
Das muß ich dir nun Klagen:
Um ein schönfarbig Blümelein
Hat mich mein Bruder erschlagen!
Im Walde bleicht mein junger Leib!
O Leide!
Mein Bruder freit ein wonnig Weib!
O Leide, Leide! Weh!"

Der Spielmann ziehet in die Weit',
Läßt's überall erklingen.
"Ach weh', ach weh', ihr lieben Leut'!
Was soll denn euch mein Singen?!

Hinauf muß ich zu des Königssaal!
Hinauf zu des Königs holdem Gemahl!"
O Leide, weh! O Leide!


Hochzeitsstück

Vom hohen Felsen erglänzt das Schloß.
Die Zinken erschall'n
und Drometten erschall'n.
Dort sitzt der mutigen Ritter Troß,
Die Frau'n mit goldenen Ketten.
Was will wohl der jubelnde,
fröhliche Schall?
Was leuchtet und glänzt im Königssaal?
O Freude, heiah! Freude!

Und weißt du's nicht, warum die Freud'?
Hei! Daß ich dir's sagen kann!
Die Königin hält Hochzeit heut'!
Mit dem jungen Rittersmann!
Seht hin! Die stolze Königin!
Heut' bricht er doch, ihr stolzer Sinn!
O Freude, heiah! Freude!

Was ist der König so stumm und bleich?
Hört nicht des Jubels Töne!
Sieht nicht die Gäste, stolz und reich,
Sieht nicht der Königin holde Schöne!
Was ist der König so bleich und stumm?
Was geht ihm wohl im Kopf herum?
Ein Spielmann tritt zu Türe herein,
Was mag's wohl mit dem Spielmann sein?
O Leide, Leide! Weh!

"Ach, Spielmann, lieber Spielmann mein!
Das muß ich dir nun klagen!
Um ein schön farbig Blümelein
Hat mich mein Bruder erschlagen!
Im Walde bleicht mein junger Leib,
Mein Bruder freit ein wonnig Weib!"
O Leide, weh, o Leide!"

Auf springt der König von seinem Thron!
Und blickt auf die Hochzeitsrund!
Und nimmt die Flöte in frevelndem Hohn
Und setzt sie selbst an den Mund!
O Schrecken, was nun da erklang!
Hört ihr die Märe, Todesbang!

"Ach Bruder, lieber Bruder mein!
Du hast mich ha erschlagen!
Nun bläst du auf meinem Totenbein!
Dess' muß ich ewig Klagen!

Was hast du mein junges Leben,
Dem Tode hingegeben?"
O Leide, weh, o Leide!

Am Boden liegt die Königin!
Die Pauken verstummen und Zinken.
Mit Schrecken die Ritter und Frauen flieh'n.
Die alten Mauern sinken!
Die Lichter verloschen im Königssaal.
Was ist es wohl mit dem Hochzeitsmahl?!
Ach Leide!


Fuente: Kareol
































domingo, 8 de julio de 2012

G. Mahler "Urlicht", Aafje Heynis, Maureen Forrester





Gustav Mahler

Urlicht














Urlicht 

O Röschen rot!

Der Mensch liegt in größter Not!
Der Mensch liegt in größter Pein!
Je lieber möcht ich im Himmel sein.

Da kam ich auf einen breiten Weg;
da kam ein Engelein und wollt' mich abweisen.
Ach nein! Ich ließ mich nicht abweisen!
Ich bin von Gott und will wieder zu Gott!
Der liebe Gott wird mir ein Lichten geben,
wird leuchten mir bis an das ewig selig Leben! 



*      *      *      *      *      *


Luz Primordial



¡Oh, pequeña rosa roja!

¡Los hombres sufren gran necesidad!
¡Los hombres sufren con gran pena!
He estado alejado del cielo.

Venía por un ancho camino,
cuando un angelito intentó hacerme retroceder.
¡Oh, no! ¡Rechacé regresar!
¡Provengo de Dios y regresaré a Dios!
El misericordioso Dios me dará una lucecita,
¡para iluminar mi camino hacia la eterna glori




















lunes, 11 de julio de 2011

Frederica von Stade: "Das himmlische Leben" (Symphony n°4) by Mahler

.








Gustav Mahler

Frederica von Stade

"Das himmlische Leben"

(Symphony n°4)
















Gustav Mahler (1860-1911)


Symphony No. 4 in G Major (mov.IV-Sehr behaglich: Das himmlische Leben)




Frederica Von Stade, mezzo-soprano.
Atlanta Symphony Orchestra
Conducted by Yoel Levi
1998



*      *     *





La sinfonía consta de un Lied,una canción de júbilo, que interviene en el último movimiento. Es cantado por una soprano.






Alemán



"Das himmlische Leben"
(aus "Des Knaben Wunderhorn")




Wir genießen die himmlischen Freuden,
D'rum tun wir das Irdische meiden.
Kein weltlich' Getümmel
Hört man nicht im Himmel!
Lebt alles in sanftester Ruh'.
Wir führen ein englisches Leben,
Sind dennoch ganz lustig daneben.
Wir tanzen und springen,
Wir hüpfen und singen,
Sankt Peter im Himmel sieht zu.

Johannes das Lämmlein auslasset,
Der Metzger Herodes d'rauf passet,
Wir führen ein geduldig's,
Unschuldig's, geduldig's,
Ein liebliches Lämmlein zu Tod!
Sankt Lukas den Ochsen tät schlachten
Ohn' einig's Bedenken und Achten,
Der Wein kost' kein Heller
Im himmlischen Keller,
Die Englein, die backen das Brot.


Gut' Kräuter von allerhand Arten,
Die wachsen im himmlischen Garten,
Gut Spargel, Fisolen
Und was wir nur wollen!
Ganze Schüsseln voll sind uns bereit!
Gut' Äpfel, gut' Birn' und gut' Trauben;
Die Gärtner, die alles erlauben.
Willst Rehbock, willst Hasen,
Auf offener Straßen
Sie laufen herbei!


Sollt' ein Fasttag etwa kommen,
Alle Fische gleich mit Freuden angeschwommen!
Dort läuft schon Sanct Peter
Mit Netz und mit Köder
Zum himmlischen Weiher hinein,
Sanct Martha die Köchin muß sein.

Kein' Musik ist ja nicht auf Erden.
Die unsrer verglichen kann werden,
Elftausend Jungfrauen
Zu tanzen sich trauen.
Sankt Ursula selbst dazu lacht.
Kein' Musik ist ja nicht auf Erden,
Die unsrer verglichen kann werden.
Cäcilia mit ihren Verwandten,
Sind treffliche Hofmusikanten.
Die englischen Stimmen
Ermuntern die Sinnen,
Daß alles fur Freuden erwacht. Vida Celestial
(De "El cuerno mágico del niño")






*                *








Castellano





Disfrutamos los placeres del celestiales
Y por lo tanto evitamos los terrenales.
Ningún tumulto terrenal
Se escucha en el Cielo
Todo vive en dulce paz
Vivimos una vida angelical
y estamos totalmente felices por ello
Bailamos y saltamos,
Brincamos y cantamos.
San Pedro desde el cielo observa.

Juan deja al corderillo afuera
El carnicero Herodes observa.
Llevamos paciente
Inocente, paciente,
Al Cordero a la muerte.
San Lucas mata al buey
Sin pensar ni dolor.
El vino no cuesta ni una moneda.
En las bodegas del Cielo;
Los ángeles hornean el pan.

Finas hierbas de toda clase,
Crecen en la huerta del Cielo,
Buenos espárragos, legumbres,
Y todo lo que queramos.
¡Platos llenos están listos para nosotros!
Ricas manzanas, ricas peras y ricas uvas,
Y los jardineros que todo permiten
¿Quieres venado? ¿Quieres liebre?
Vienen corriendo calle abajo.

Si viene un día de ayuno,
Los peces vienen nadando alegremente
Ahí va San Pedro corriendo
Con su red y su cebo
En la celebración celestial
Santa Marta debe ser la cocinera.

No hay música en la Tierra
Que se pueda comparar a la nuestra.
Once mil vírgenes
Se atreven a bailar,
Y hasta Santa Úrsula ríe por ello.
No hay música en la Tierra
Que se pueda comparar a la nuestra.
Cecilia y sus parientes
Son excelentes músicos de Corte.
Las voces angelicales nos cantan
Y alientan a nuestros sentidos
A despertar a la alegría.












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